jueves, marzo 09, 2006

Cine de Barrio

Hola soy Jose, uno de los chicos de La Claqueta. Como en las clases y talleres en los que me encuentro con los niños y jóvenes les insisto mucho en que vayan al cine os quiero contar aquí como es que yo me aficione a este maravilloso arte.

Mi afición al cine comenzó en aquellas maravillosas sesiones dobles que ponían en los cines de mi barrio, Hortaleza. Allí acudía o bien con los amigos, pues mi padre no me dejaba coger el autobús para ir a otros cines más lejanos, “en el centro” o acompañado de mis vecinos y vecinas y nuestras madres a ver las películas de Manolo Escobar o Lola Flores a las que eran aficionadas. Y en estas doble sesiones, donde llegábamos en ocasiones con la película ya empezada y nos quedábamos al segundo pase para ver el principio (como veréis el argumento de las películas que ponían no era muy complejo), no faltaba el bocadillo (nada de sadwich, eso era muy fino) que nos hacían nuestras madres para el descanso.

De los bocadillos de chorizos pasé a los porros y las cervezas que consumíamos en el cine Covadonga, del barrio de Prosperidad. Y digo consumíamos en el cine porque literalmente era así, durante la proyección de la película se fumaba y se bebía, mientras se veía la película (y se comentaba en voz alta, con el consiguiente enfado del acomodador, un santo que nos aguantaba). El Muro, La Vida de Brian, Brazil y Único Testigo son algunas de las películas que recuerdo haber visto en el viejo “Covacha”.

Con estos antecedentes como espectador cinematográfico fue una suerte que Bertín, un colega del barrio, comenzará a trabajar como acomodador en los cines Renoir. Y claro podíamos ir sin pagar, lo que para un chaval de barrio con pocos posibles, era un autentico chollo. Al principio nos sorprendió un poco a los colegas que acudíamos que hubiera que estar “leyendo”, pero pronto nos acostumbramos y a partir de ahí, incluso cuando Bertín dejó de trabajar, aunque se llevo consigo un buen número de invitaciones, mi afición al cine creció hasta el punto que al terminar C.O.U.( eso que ahora se llama 2º de bachillerato) decidí estudiar video en una escuela del Ayuntamiento de Madrid, pues seguía sin posibles. Allí aprendí y me divertí, hice buenos amigos y soñé con poder trabajar, y lo que era más importante para mí, vivir de cine y la televisión. Cuando terminé del curso mis sueños no se cumplieron y, tras otros avatares, terminé trabajando en la biblioteca de una escuela. Y allí, poco a poco, le cogí el gusto a la educación y seguí estudiando y formándome en el campo educativo. Y los últimos diez años de mi vida los he dedicado, entre otras cosas, a trabajar con chavales, a educarnos mutuamente, aprendiendo de ellos y junto a ellos.

Pero los sueños del cine seguían dentro de mí.

Así que aquí estoy, en La Claqueta, uniendo mi dos de mis pasiones (tengo otras, por supuesto): la educación y el cine. Y soñando en poder transmitir algo de ese amor hacía el cine que aprendí en mi infancia y en mi juventud, con la misma edad que tiene ahora los chavales con los que trabajamos.

Porque si el cine me ha dado tan buenos momento, he aprendido y disfrutado tanto, es justo devolvérselo. Por justicia poética.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Que bien que el blog de la claqueta se vaya animando! Me alegro mucho Jose de que hayas aprovechado el blog para compartir esa iniciación y descubrimiento del cine que te marcó tanto! Ojalá alguno de los chicos que pasan por la claqueta sientan algo asi! un abrazo.

Anónimo dijo...

Hola, soy Enrique. Estoy buscando fotos del Cine Covadonga de López de Hoyos, en Madrid. Si hay alguien que las tenga, que me dé un toque. Gracias.
Enrique

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